El cumpleaños del lobo marino Carlos
- Veronica
- 1 ago 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 3 ago 2020
Esta mañana la ballena Catalina despertó, desayuno, tomo muuuuuuucha leche y salió a nadar por el mar en busca de algo de diversión.
El mar estaba calmo, silencioso, las olas hoy no estaban jugando, no hacían el vaivén que tanto le gusta para dejarse llevar de aquí para allá y de allá para aquí… se preguntaba ¿dónde estaban sus amigos?,¡ No los veía, no los encontraba.!
En su paseo se encontró con la centolla María y el centollon Arturo, la saludaron y le contaron que estaban todos organizando la fiesta de cumpleaños del lobo marino Carlos,- el lobo marino Carlos, era el abuelo de Felipe, su mejor amigo.!
Catalina pensó – ¿cómo es que lo había olvidado? –no se sentía muy bien por olvidar una fiesta tan importante para la comunidad marina.

Hoy estaban todos ocupados decorando una pequeña playa rodeada de piedras grandes ,y arboles por detrás, desde ahí se puede apreciar el atardecer, y es lo suficientemente profunda en la orilla, para que pueda estar Catalina y su familia desde el mar, recordó que ella y su familia tenían que hacer las aguas danzantes, y acompañar a los pingüinos en su acto para que todo salga maravilloso…Pingüino y su familia tienen preparado una coreografía acuática de saltos y piruetas justo para cuando el color naranja del atardecer les regale esa luz como fondo de la escena, en una escenografía perfecta.
Las gaviotas organizaron un baile de vuelo, hermoso…desplegando sus alas y haciendo círculos en el cielo, cayendo en picada y retomando el vuelo un segundo antes de tocar el suelo.
Los patos y patas ensayaron una canción, y cada uno en un tono diferente para darle ritmo y alegría… los chiquitos en tonos agudos, y los grandes en tonos graves.
La familia del lobo marino Felipe, ya tenía organizada la comida, había pescado como siempre, pero este pescado era especial, les dijeron que venía de otros mares y que su sabor era espectacular. También prepararon distintos tipos de algas para los animalitos más chicos.
En las piedras se acomodaron los mejillones, almejas y las centollas para poder cantar el cumpleaños y no ser aplastados por los lobos más grandes y pesados de la comunidad.
Estaban todos contentos, emocionados y un poquito nerviosos, todo tenía que salir bien, el abuelo Carlos cumplía muchos años, estaba un poco sordo y ya no veía muy bien, pero era quien entretenía a todos contando historias y aventuras de cuando era joven…Los animalitos honran y respetan mucho a los mayores, era el abuelo de Felipe, pero todos lo querían mucho... todos sabían que el abuelo seguro se dormía antes de que la fiesta terminara, pero eso no importaba, porque lo lindo y lo verdaderamente importante es estar con la familia y los amigos.
Catalina se apuró para no perderse nada... El sol empezaba a caer, el cielo ya daba los colores que tanto le gustaban, mientras…en medio de todo ese show… el niño que vivía en la casa de la playa se preparaba para ir a dormir y descansar sin sospechar nada de nada, para él, todo eso era un espectáculo de la naturaleza que podía ver a diario desde su ventana…
Las imagenes son capturadas de internet , agradeciendo a sus creadores.
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